El proceso de diagnóstico: ¿por qué es tan complicado?
29 de Agosto de 2025

Como especialistas en fibromialgia podemos decirte que el diagnóstico de la fibromialgia representa un reto considerable tanto para profesionales de la salud como para las personas que buscan respuestas a sus síntomas. Esta condición se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado, acompañado con frecuencia de fatiga, alteraciones del sueño, problemas de memoria y dificultad de concentración. Sin embargo, ninguno de estos signos es exclusivo de la enfermedad, lo que dificulta establecer un criterio claro y rápido para identificarla.


Uno de los principales problemas radica en la ausencia de pruebas de laboratorio o estudios de imagen que confirmen de manera objetiva la presencia de fibromialgia. A diferencia de otras enfermedades reumatológicas o neurológicas, no existe un marcador biológico específico que permita al médico apoyarse en datos concretos. Los resultados suelen ser normales, lo cual genera incertidumbre y prolonga el camino hacia el diagnóstico.


Otro factor que complica el proceso es la variabilidad de los síntomas. Cada paciente puede experimentar manifestaciones distintas en intensidad, duración y frecuencia. Mientras algunos sufren un dolor constante, otros presentan episodios fluctuantes que pueden confundirse con otras patologías como artritis, síndrome de fatiga crónica, trastornos endocrinos o incluso problemas de salud mental. Esta diversidad obliga al profesional a descartar múltiples posibilidades antes de considerar la fibromialgia.


El diagnóstico por parte de los especialistas en fibromialgia, en la práctica, se fundamenta en criterios clínicos basados en la historia médica detallada y la exploración física. Se suele recurrir a la valoración de puntos sensibles en diferentes áreas del cuerpo, así como al análisis del impacto de los síntomas en la vida diaria. No obstante, estos criterios han cambiado con el tiempo y no siempre son aplicados de forma uniforme, lo que puede generar discrepancias entre especialistas.


Además, influyen factores sociales y emocionales, como bien sabe el Dr. Torre Alonso, Reumatólogo. Muchas veces los pacientes sienten que sus quejas no son tomadas en serio por la falta de evidencia objetiva, lo que provoca retrasos en la derivación a un reumatólogo o a un especialista en dolor. La falta de formación específica en algunos entornos sanitarios también contribuye a la demora.

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