Los especialistas en fibromialgia coinciden en que el primer paso para enfrentar esta enfermedad es entender que se trata de una condición real, compleja y multifactorial. No es imaginaria ni está “en la cabeza del paciente”, como erróneamente se creyó durante años. La fibromialgia afecta el sistema nervioso central, alterando la percepción del dolor y generando síntomas como fatiga, trastornos del sueño, rigidez muscular y dificultades cognitivas. Reconocer estos síntomas y recibir un diagnóstico temprano puede marcar una gran diferencia en el tratamiento.
Además los especialistas en fibromialgia también alertan sobre algunos errores comunes que pueden empeorar el cuadro clínico. Entre ellos, el sedentarismo, la automedicación, o confiar en tratamientos milagrosos sin base científica. La clave está en adoptar un enfoque integral que incluya actividad física moderada, alimentación equilibrada, manejo del estrés y un seguimiento médico continuo. Educarse sobre la enfermedad empodera al paciente y mejora su capacidad para manejar los síntomas día a día.
Es importante aceptar que la fibromialgia no tiene una cura definitiva, pero sí existen herramientas eficaces para mejorar la calidad de vida. La combinación de tratamientos médicos, terapias psicológicas y cambios en el estilo de vida ha demostrado ser la más efectiva. La paciencia y la constancia son fundamentales, así como el apoyo de familiares, amigos y grupos de pacientes que compartan experiencias.
El Dr. Torre Alonso, Reumatólogo y uno de los especialistas en fibromialgia más reconocidos a nivel profesional, subraya que cada paciente debe ser tratado de forma individual. “No hay una única receta, pero sí un enfoque multidisciplinario que puede devolver la funcionalidad y el bienestar al paciente”, afirma. Con información confiable y el acompañamiento adecuado, vivir con fibromialgia puede ser más llevadero y esperanzador.