Con mucha más frecuencia de la que puedas pensar, los especialistas en fibromialgia recibimos en la consulta a algunos pacientes que simulan padecer esta enfermedad. Y cuando hablamos de simulación nos referimos a personas que son plenamente conscientes de que no tienen ningún síntoma de esa enfermedad pero los fingen con un objetivo muy concreto: Conseguir una calificación de incapacidad laboral y, con ella una pensión de la Seguridad Social.

Es necesario decir que si bien es cierto que existen algunos problemas de índole psiquiátrica que pueden llevar a algunas personas a afirmar que padecen la enfermedad, cuando hablamos de simuladores nos referimos a pacientes que actúan movidos, no por un impulso psicológico, sino por la verdadera mala fe y un sentimiento egoísta pues pretenden obtener un beneficio muy claro.    

La mayoría de los simuladores de enfermedades es muy perseverante. Son capaces de acudir una y otra vez a la consulta manifestando un agravamiento de los síntomas (si es que existen) o la aparición de otros nuevos que no había mencionado en sus anteriores visitas pese a que son, aparentemente muchos más graves.

Lo que ignoran casi todos estos simuladores es que los especialistas en fibromialgia hemos ido mejorando el proceso de diagnóstico de la enfermedad, algo que, hasta hace solo unos años era bastante más complicado, de manera que podemos detectar y, de hecho lo hacemos,  con cierta facilidad los casos de enfermos ficticios. Cuando no se padecen realmente los dolores crónicos de la fibromialgia es muy fácil tratar de exagerarlos para mostrarse más convincente. Lo que desconocen es que ese grado de dolor les hubiera impedido llegar ese día hasta la consulta del Dr. Torre Alonso, Reumatólogo.