La fibromialgia es un trastorno que compromete principalmente la estructura musculoesquelética del individuo. Los especialistas en fibromialgia la definen como enfermedad invalidante. El origen desconocido de esta patología, el dolor crónico asociado a ella, así como la falta de respuesta por parte de las administraciones y la incomprensión de la sociedad hacen de la fibromialgia una enfermedad dolorosa de alto componente biopsicosocial.
No fue sino hasta el año 1993 que la OMS reconoció la fibromialgia como una enfermedad, lo que propició que al año siguiente la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) la reconociese y clasificara; teniendo en cuenta que la padecen alrededor del 3 % de la población mundial alrededor de 1 200 000 españoles, fue mucho esperar. No es de extrañar que se la conozca como la enfermedad invisible: no tiene cura; tampoco reconocimiento.
La fibromialgia puede presentarse como una alteración única (fibromialgia primaria) o asociada a otras patologías (fibromialgia concomitante), siendo las mujeres más propensas a padecerla que los hombres en cualquiera de sus dos manifestaciones. Según señalan los especialistas en fibromialgia, los síntomas característicos de esta enfermedad son: dolor, agotamiento, trastornos del sueño, afecciones cutáneas, entumecimiento, jaquecas, trastornos genitourinarios, depresión y trastornos digestivos, entre otros.
Concretamente, las afecciones digestivas agravan aún más el cuadro clínico del paciente, incidiendo negativamente en su calidad de vida. La distribución de las enfermedades gastrointestinales asociadas a la fibromialgia es la siguiente:
- Dispepsia funcional.
- Síndrome de intestino irritable.
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico.
- Litiasis vesicular.
- Diverticulosis del colon.
- Enfermedad celiaca.
La evolución de la enfermedad es positiva a largo plazo, siempre y cuando se realice un diagnóstico precoz, si bien es cierto que la posibilidad de recaídas está invariablemente presente.
Dado el alto componente psicológico de la enfermedad, en Dr. Torre Alonso, Reumatólogo, recomendamos una alimentación sana y equilibrada, descanso adecuado, ejercicios de fortalecimiento muscular y terapias de relajación.