A lo largo de mi trayectoria como médico reumatólogo en Gijón, he comprobado que muchas personas acuden por la aparición de espondilitis anquilosante. Esta enfermedad, afecta a las articulaciones de la zona lumbar, donde se une la columna vertebral y la pelvis, provocando un fusionamiento de las vértebras.

Se desconocen cuáles pueden ser las causas de esta patología. Algunos estudios han demostrado que el 90% de los pacientes que la sufren, tienen abundantes niveles de antígeno en la sangre. No obstante, la presencia de esta proteína no implica necesariamente la aparición de la espondilitis.

Tras ver cientos de casos como médico reumatólogo en Gijón, la espondilitis comienza a formarse de forma paulatina, con síntomas que aparecen y desaparecen por temporadas, como la rigidez lumbar, el dolor en las nalgas y la parte posterior de los muslos. De hecho al principio se achaca a una posible ciática. Existen pacientes que incluso no pueden dormir por las noches y necesitan caminar unos minutos antes de volver de nuevo a la cama. Con el tiempo la columna pierde flexibilidad y la rigidez se extiende hasta el cuello.

Dependiendo del estado de gravedad, para su tratamiento se suele recetar antiinflamatorios y corticoides. En algunos pacientes se prescribe sulfasalazina, que tiene un gran efecto en las articulaciones periféricas y evita la progresión de la enfermedad. También es recomendable realizar una serie de ejercicios de rehabilitación. Para los casos más severos existe una cirugía: la artroplastia en la articulación de la cadera, con muy buenos resultados.

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