Actualmente, los médicos especialistas en espondilitis siguen estudiando su variante anquilosante desde principios del siglo XX, pues resulta aún una especie de misterio en cuanto a sus orígenes y afectados. Es interesante su etimología, pues proviene del griego "spondylos" (vértebra) y "ankylos" (soldadura).

Si bien no se ha encontrado todavía una causa fija, numerosos médicos especialistas en espondilitis sostienen desde los años setenta que se trata de una patología poligénica, esto es, que afecta a las secuencias de ADN en varios genes. En cuanto a su tratamiento, debido a su origen desconocido, tampoco existe uno único, sino que se recomienda tratar con profesionales y combinar su consulta con hábitos que de verdad ayuden a mitigar los dolores.

Entre ellos se encuentra la natación, uno de los deportes más completos y que mejor ayudará a la buena movilidad de espalda, brazos y hombros. En efecto, conviene también evitar trabajar (o seguir trabajando) en empleos que supongan un esfuerzo para la espalda, así como practicar deportes con riesgo de traumatismo. Todo esto, combinado con un seguimiento profesional bien adaptado, ayudará a controlar los síntomas y rebajará el dolor.

Otros hábitos más sencillos y que no por eso dejan de ser menos eficaces son una ducha matinal, que relaja los músculos y previene la rigidez o también mantener una postura adecuada en todo momento y al dormir. Dejar de fumar es igualmente importante, pues se liberarán las vías respiratorias. Sin duda, el factor que puede suponer más mejoras es el apoyo familiar, la asimilación de la enfermedad e incluso la unión a asociaciones dedicadas a ella.

Desde Torre Alonso, J. C. nos comprometemos a ser esa ayuda extra que necesitas y a asesorarte sobre las mejores cosas extra que puedes hacer si padeces espondilitis anquilosante. Has de saber, claro está, que no te encuentras solo y que siempre encontrarás apoyo donde sea, sobre todo en nuestros especialistas.